Juan Carlos Blanco
En este negocio somos muy dados a hacer listas de cuáles van a ser las tendencias para los próximos meses o años. Viendo lo que está pasando ahora, creo que los medios de comunicación tienen que dejar de fijarse en estos listados, centrarse y responder a una sola pregunta: ¿qué van a hacer para competir con el duopolio Google/Facebook antes de que estos gigantes (y algunos otros como Amazon y Apple) se queden con el grueso del negocio publicitario del que han vivido los últimos 150 años?
Ya sabéis lo que pasa:
En la última década, Google y Facebook han dado tráfico a espuertas a los medios hasta convertirlos en adictos a sus plataformas. Era, se supone, un win to win en el que todos ganaban. Pero el win to win tenía trampa. A cambio de ingresos bastante raquíticos, tanto Google como Facebook se quedaban con los datos de los usuarios y, posteriormente, también con el negocio de la publicidad que antes tenían, casi en régimen de monopolio, esos mismos medios a los que mimaban.
Otros peligros
Y eso sin contar con otros dos peligros para las empresas informativas:
1. La fagocitación de las marcas periodísticas (el «lo he leído en Facebook» es el nuevo «lo he visto en la tele o lo he escuchado en la radio»).
Y 2. La dependencia enfermiza de los algoritmos y, por tanto, de que tu estrategia como medio se pueda venir abajo porque, por ejemplo, los directivos de Facebook decidan cambiar sus criterios con respecto de los medios (!que se lo digan a los denominados medios virales!).
Los medios saben que ahora éste es su terreno de juego para los próximos años y están jugando, en la medida de lo posible, intentando no separarse de estos gigantes (si se alejan, se pierden de la conversación pública y dejan de ser elegantes para los ciudadanos), pero trabajando de nuevo en la consolidación de sus marcas y en generar negocios en torno a ellas que tengan poco o nada que ver con la publicidad (de la que tampoco tienen que huir, por cierto).
De ahí esta obsesión por las suscripciones y las membresías que se observa en los medios occidentales y, también, esa exploración de nuevos canales y soportes que les permitan ampliar sus comunidades…y sus bases de datos en un entorno que controlen ellos y no los grandes hermanos orwellianos de la comunicación.
Así que no os extrañéis si en los próximos meses veis todo tipo de proyectos ligados a la creación de esas comunidades, más cerradas que ahora (lo de los muros de pago se antoja inminente, ya veremos) y más ligadas a las nuevas (y algunas viejas) herramientas y posibilidades que permiten servir a esas comunidades.
Pongo ejemplos:
Podcast. Si leéis sobre nuevos proyectos periodísticos, veréis que muchos medios están explorando la posibilidad de trabajar en este soporte. El ejemplo recurrente es el programa The Daily de The New York Times, pero hay muchos más, sobre todo en los medios anglosajones. Y en España también arrancan (quien va tomando la delantera es Prisa con su plataforma de Cuonda). Huele a que los podcast van a ser los blogs del futuro más inmediato. Y si encima Spotify apuesta por ellos.
Newsletters. El renacer de los boletines de noticias. Una de las herramientas más antiguas…y más eficaces. Está a salvo de los cambios de criterio con los algoritmos y permite crear o consolidar una comunidad mediante una estrategia tan sencilla como la de mandarle las noticias a los lectores a su bandeja de entrada del correo. Habrá nuevas vueltas de tuerca en la explotación de este soporte. Mientras tanto, atentos a los ejemplos de The Skimm, de Quartz o de Axios en Estados Unidos, y de Kloshletter en España.
Agencias de comunicación. Ya es una realidad. Las agencias hacen contenidos y gestionan el nombre de las marcas en las redes sociales. Los medios, también. Y empiezan a competir con las agencias. Todo es más híbrido: más competitivo, pero también permitiendo más oportunidades.
Contenidos para las marcas. No se trata de los manidos publirreportajes, sino de generar contenidos para las marcas que éstas puedan luego distribuir en otros canales y soportes.
Foros y eventos. Algunas cabeceras casi que sólo se dedican a la gestión de todo tipo de eventos. Y es comprensible. Los medios aprovechan la solvencia de sus marcas para generar relaciones en torno a ellos, generan ingresos para sus cuentas que suplen la caída estrepitosa de la publicidad y aportan valor a su comunidad. El Texas Tribune es el ejemplo más arquetípico.
Esto no es que esté cambiando por completo; es que ya ha cambiado. Y el que no se adapte…????
13 comentarios en “En qué se tienen que centrar los medios…para que Google y Facebook no se los coman”
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