Los periodistas y la tiranía de los lectores con vocación de policías del visillo

Estamos asistiendo una vuelta de tuerca que está provocando que el ambiente se esté volviendo irrespirable. Y no hablo de que las presiones de quienes mandan sean cada vez mayores y que el cinturón de seguridad de las empresas periodísticas cada vez sea más pequeños, sino de que estas presiones empiezan a llegarnos desde demasiados frentes y pueden terminar por ahogar la capacidad de iniciativa de no pocos profesionales.