Leo en las noticias de Linkedin que Instagram lanza una aplicación destinada a rebajar la ansiedad de los que están tan enganchados que sienten la necesidad de estar permanentemente conectados. La app se llama Quiet mode y permite suspender las notificaciones durante determinadas horas al día indicando a los remitentes de estos mensajes que en ese momento estás inactivo en la red social.
Instagram ya tenía un tope de uso por día para alertar a sus usuarios de que estaban consumiendo demasiado tiempo en la aplicación y ahora refuerza sus medidas antienganche con este Quiet mode, que sería algo así como un modo avión específico para esta red social, una herramienta para hacer microdescansos en el uso permanente de esta app que ayuda a los más jóvenes a pasar el mono de estar unas cuantas horas sin usar esta red para charlar con sus amigos.
Bien jugado por Meta. La empresa propietaria de Instagram (y también la dueña de Facebook y de Whatsapp) sabe que uno de los problemas reputacionales que sufre es que cada vez se habla más en la conversación pública sobre la adicción a las pantallas y sobre la necesidad de hacer algo para frenar esta pandemia de distracción, desatención y ansiedad que afecta sobre todo a los más jóvenes.
La situación está cambiando por días. En las últimas semanas hemos conocido que colegios del estado norteamericano de Seattle han presentado una denuncia contra Meta, Google, Snap y Tik Tok acusándoles de estar detrás de una epidemia de depresiones y casos de estrés entre los escolares de la región. Y también hemos sabido que el Ministerio de Educación de Italia ha cursado la orden para que se prohíban los teléfonos móviles en los centros escolares.
Con su decisión de esta semana Meta logra dos objetivos: primero, trasladar a la opinión pública la idea de que le preocupa la salud mental de las generaciones más jóvenes y, segundo, distanciarse aún más de Tik Tok y su algoritmo salvaje y adictivo, que están ya en el punto de mira de los legisladores tanto en Estados Unidos como en Europa.
Una compañía como la de Zuckerberg ya no puede permitirse ser tan reactiva y por eso mueve ficha. antes de que se la muevan Su displicencia anterior y la soberbia con la que despachaba las denuncias sobre los abusos que se cometían en redes como Facebook (Cambridge Analítica) son impensables a día de hoy.
Antes, las denuncias se diluían. Hoy, se empiezan a percibir sus efectos más negativos en los balances y también en los informes de los analistas de inversión, que auguran caídas en el sector por la presión regulatoria que se avecina en la industria. El terreno de juego ha cambiado y ahora son las propias compañías las que intentan apuntalar en el imaginario público el mensaje de que son conscientes de los problemas que causa el abuso en el consumo de estos estupefacientes digitales. Apple ya lo ha hecho con su giro en defensa de la privacidad de los datos de sus usuarios. Y Meta ya no se va a quedar atrás por la cuenta que le trae.
1 comentario en “Instagram no quiere que la acusen de impulsar la adicción a su red social”
Pingback: Luchando contra mi adicción a las redes sociales