Pregunta en su cuenta de Linkedin Inge Sáez Díaz de Sarralde si, en el caso de que fueras político, usarías esta red social para comunicarte con tu público y con tus votantes.
La respuesta es que sí, pero siempre que tu estrategia de contenidos encaje en los intereses y necesidades de la comunidad de Linkedin. Y cuando hablo de políticos, hablo también de Administraciones públicas, gobiernos y otras instituciones.
Un candidato o un gobernante no tiene porqué estar en todas las redes sociales, pero, si lo analizamos con un mínimo de detenimiento, tiene poco sentido pensar que no debe estar en la red social por excelencia de los negocios si tiene que contar un discurso económico destinado a empresarios, profesionales y trabajadores de todos los órdenes y sectores.
Si Linkedin es la red en la que se habla del mercado de trabajo, cómo no se va a acudir ahí a conversar y compartir reflexiones sobre un asunto que nos atañe a todos.
Otra cuestión es el tono y el estilo que se emplee. Si un político viene a hacer spam de lo que hace como si fuera el televendedor de algún programa de madrugada, mejor que ni se acerque. Pero no sólo a Linkedin, sino casi que a ninguna otra red social. Pero si acude aquí para contar qué hace o qué pretende hacer y para mostrar que su discurso no es un glosario de lugares comunes y frases hechas sobre la economía, LinkedIn también es su red.
¿Para qué desaprovechar canales para relacionarse con los ciudadanos? Yo no le veo ningún problema.