He leído estos días ‘El valor de la atención. Por qué nos la robaron y cómo recuperarla’, un ensayo editado en España por Península en el que el autor, Johann Hari, analiza con la ayuda de decenas de entrevistas a expertos cómo estamos sufriendo una pérdida generalizada de la atención y de nuestra capacidad de concentrarnos.
El abuso de los teléfonos móviles y del consumo de las redes sociales es uno de los principales causantes de este derrumbe cognitivo que acompaña a la pérdida de atención, pero no el único: el estrés, la contaminación, la mala alimentación basada en el consumo desaforado de comidas procesadas o el exceso de horas de trabajo también contribuyen a este desastre al que, paradójicamente, aún no le prestamos la atención debida.
El libro se lee como un thriller, con un estilo que sabe combinar el rigor con la frescura de su escritura, y contiene objetivos que el mismo autor califica de muy atrevidos.
Entre ellas, cito tres que quizás merezcan en un futuro una gran
* Acabar con el capitalismo de la vigilancia que practican las grandes tecnológicas. Es decir, poner fin a la monitorización excesiva de nuestros datos y controlar qué hacen estas empresas con
* Implantar jornadas laborales de cuatro días de trabajo por semana como medio para incentivar una combinación de una productividad más razonable con la conquista de mayores periodos de ocio.
* Y, por último, y cito textualmente: “Reconstruir la infancia en torno al juego en libertad de los niños” (en referencia a que los niños han dejado de jugar solos en las calles y se ‘refugian’ en las pantallas de sus móviles y de sus ordenadores).
Si os interesa este tema, no dejéis de leer el libro.