Repasando hoy artículos sobre comunicación y periodismo me topo con este texto que firma Eva Collado Duran sobre eso que llamamos networking y que, de una forma muy acertada, ella define mejor como el arte de construir relaciones.
Este arte de construir relaciones se aleja mucho tanto de esa hoguera de las vanidades en la que se han convertido las redes sociales como de ese síndrome de la tarjeta de visita que te obliga a ir de cocktail en cocktail a la espera de que alguien te escuche, te pida la tarjeta y quizás contrate tus servicios profesionales.
No digo que eso sea malo ni mucho menos, todo lo contrario. Yo voy a muchas conferencias, charlas y otros eventos y disfruto y aprendo a partes iguales. Hay sitios interesantísimos a los que acudir y os recomiendo a todos vosotros que incluyáis en vuestras agendas y en vuestras hojas de ruta profesionales la disciplina de ir puntualmente a aquellos actos que os interesen.
Pero sí que quiero trasladaros que esta visión, que se basa en la creencia de que «hay sitios en los que hay que estar», debe abordarse desde una perspectiva más amplia en la que afrontemos, con sentido estratégico, cómo hay que construir nuestra marca profesional.
El arte de construir relaciones está ligado a la capacidad de lograr conexiones emocionales y de generar confianza en lo que haces y en lo que hacen los demás.
Se trata de ‘trabajarte una percepción’ de que eres alguien que está ahí para cuando se le necesita y que, honestamente, participa de la conversación pública y es un actor activo de su comunidad en la materia a la que se dedique.
Se trata de generar confianza, de tejer relaciones de afectividad y, sobre todo, de credibilidad.
Y se trata, sobre todo, de cómo fortalecer la reputación de tu marca. O sea, de fortalecer tu propia reputación personal.