Os resumo algunas ideas
* A alguna gente le cuesta entenderlo, pero reunirse no es trabajar, es discutir sobre trabajo, así que mientras estás reunido no eres productivo. Va a ser complicado cuando dentro de doce meses la gente mire las métricas de rendimiento y se pregunten qué ha pasado sin darse cuenta de que de las ocho horas que pasamos en el trabajo, seis se destinan a reuniones.
* Se trata de mantener cierta higiene con las reuniones, no se trata solo de reducir el número de reuniones sino el número de reuniones inútiles. El orden del día puede ser simplemente ir a tomar un café para ponerse al día, pero tienes un propósito claro. Está definido y sabes quién va a acudir. Nada de reuniones con más de ocho personas, porque ¿cómo aportas valor a una reunión así? ¿No puedes meterlo en Google Docs y que la gente aporte de manera asincrónica? No tiene ningún sentido.
* El teletrabajo tiene beneficios claros, pero una de las desventajas es la ausencia de contacto cara a cara, algo que fue importante durante la pandemia. Nadie ha encontrado una manera de replicarlo exactamente, pero tantas reuniones no son sostenibles. La premisa central es que todos necesitamos un tiempo concreto en el que no nos molesten y podamos centrarnos en nuestra labor con autonomía, ya sea trabajando de forma híbrida o totalmente remota.
Uno de los asuntos en los que ese cuestionamiento es urgente es el de las reuniones de trabajo. Nos reunimos demasiado. O mejor dicho, nos reunimos demasiado y dejamos poco tiempo para estar lo suficientemente concentrados como para hacer un buen trabajo, el mejor trabajo.