Os contaba estos días que no se me ocurre mejor manera de abordar esta disrupción de la inteligencia artificial que trabajando el desarrollo de nuestras habilidades intelectuales críticas con ejercicios tan poco revolucionarios pero tan eficaces como la lectura de libros y periódicos y en general el consumo de una buena dieta cognitiva en la que luchemos contra nuestra adicción a hacer scroll en las redes sociales.
A esta dieta cognitiva hay que añadirle el repaso pormenorizado a las distintas herramientas de IA que encontramos a nuestra disposición con el objetivo de identificar y probar aquéllas que nos pueden ayudar a desarrollar nuestras tareas de hoy y las que abordaremos en un mañana que está a la vuelta de la esquina.
No se trata de un ejercicio complejo. Me limito a señalaros que sería una buena idea que decidierais dedicarle un par de horas, una mañana o una tarde, a coger un cuaderno y un bolígrafo para repasar todas vuestras acciones, operaciones y tareas del día a día para, a continuación, analizar si hay alguna aplicación de inteligencia artificial que os puede mejorar el trabajo que hacéis o que os ahorra un tiempo que podréis dedicar a otros menesteres más productivos o menos engorrosos.
Es un ejercicio útil. Y creo que también inteligente. Y si no te lo parece, piensa simplemente que igual que lo puedes hacer tú, lo puede hacer esa mujer, ese hombre o esa empresa contra la que estás compitiendo. Y que, quizás, gracias a esta tarea, esa mujer, ese hombre o esa empresa te va a quitar el trabajo que estabas haciendo o al que aspirabas.
Un consejo. No te lo pienses mucho, deja de lamentarte por lo que te puede quitar la inteligencia artificial y céntrate en analizar todo aquello en lo que te puede ayudar a destacar y a sobresalir.
Ya verás que te ayudará.
P.D. La empresa de chat GPT ha tenido que parar a finales de 2023 de tramitar las peticiones de suscripción a su servicio de IA porque no dan abasto para satisfacerlas. Esto va rápido, muy muy rápido.