
Una vieja (y eficaz) receta periodística para tanta posverdad
Marty Baron reivindica los viejos valores del oficio, ésos que se basan en el ejercicio honesto y riguroso de la profesión como único método posible para recuperar la confianza de
Marty Baron reivindica los viejos valores del oficio, ésos que se basan en el ejercicio honesto y riguroso de la profesión como único método posible para recuperar la confianza de
Si hay algo que une a populistas de izquierda y de derecha, aparte de su simplismo argumental, es su aversión a los medios de comunicación.
Algunas consideraciones sobre el ensayo de Pau Solanillas sobre la importancia de la reputación para enfrentarse a los nuevos desafíos de las sociedades modernas
El lenguaje determina la realidad. Si defendemos un discurso público sano y honesto, mejoraremos nuestra democracia
Los periodistas son los primeros interesados en combatir las fake news, ‘fábricas’ de desconfianza.
Facebook ha ‘demostrado’ que puede poner y quitar presidentes haciendo de su muro un territorio plagado de noticias falsas. Y le preocupa que se extienda la idea de que hace
El poder de las plataformas sociales ya es mayor que el de muchos países. ¿Quién y cómo se controlarán?
Recibimos una oferta infinita de noticias, pero, sorprendentemente, nos falta información
Los medios se enfrentan a un doble desafío: el cambio digital en plena era de explosión de industrialización de las noticias falsas
Las leyes pueden hacer poco o nada para luchar contra la lacra de las fake news, pero hay herramientas para arrinconarlas.
Que haya medios fuertes es tarea de todos, no sólo de los periodistas.
Los bulos sobre Doñana son delirantes, pero han sido capaces de sortear todos los cortafuegos.
Los medios tenemos que aprovecharnos de Google y de Facebook, pero cuidado con depender completamente de ellos.
Que el Daily Mail publique una portada machista y casposa no puede sorprender. Es un tabloide que juega con los bajos instintos y pasa con desprecio del periodismo de calidad.
A la posverdad se la combate haciendo bien el trabajo periodístico, pero también hay que desmontar cada bulo, cada mentira y cada infamia
Nos ha dado por rebautizar lo que ya tenía nombre. Ahora, a las mentiras, las intoxicaciones y a las infamias prefabricadas, los periodistas las llamamos posverdad.